Famoso Criminal en Paraguay
“Ahora entiendo porqué no lo podíamos atrapar, había sido a este lo cuidaba el Pombero.” Exclamaba un policía en medio de un operativo. Esta la historia de un criminal sanguinario, criado en la zona más profunda del Paraguay y capaz de cometer hechos atroces sin pestañear.
San Pedro del Paraná es una ciudad ubicada en el Departamento de Itapúa a unos 85 kilómetros de la ciudad de Encarnación. Conocida por el sector productivo y la Fiesta Nacional de la Sandía, repleta de personas que mantienen las más ricas culturas del pueblo paraguayo.
También es uno de los distritos más grandes del departamento, con una extensa zona boscosa y lugares de esos donde la modernidad aún no ha llegado. La tierra colorada, el idioma guaraní más cerrado y la ruta de la droga donde ni la misma policía se anima a ingresar.
En un lugar donde hacer silencio es obligación cuando de sobrevivir se trata, vivía un hombre llamado Dionisio Sotelo Bustamante, alias el “Patrón”, criado en un mundo olvidado por aquellos que toman las decisiones. De una familia ganadera y conocedor de los montes como ninguno.
Es difícil describir cada uno de los actos criminales que cometió este sujeto a lo largo de su vida, los cuales lo llevaron a ser casi una leyenda del submundo delincuencial. Sin embargo conoceremos algunos singulares para intentar comprender su transformación.
Sus primeros pasos criminales los comenzó a dar como abigeo, solía actuar con uno de sus hermanos y sus primos, experto en la utilización de cuchillos podía faenar un animal vacuno en cuestión de minutos y desaparecer por el monte sin dejar rastro alguno. Nadie lo podía atrapar.
Mientras crecía adoptaba una conducta de liderazgo entre sus pares criminales, comenzó a incursionar en el ámbito de los hurtos y robos domiciliarios, lo que le generaba dinero y poder maligno dentro de la comunidad. Un día decidió ir un poco más allá y conformar una banda.
Corría el año 2015 cuando en un manuscrito precario anunciaba la creación de la “Unión del Pueblo Paraguayo” UPP, una especie de banda armada que inspiraba sus bases quizás en el “Ejército del Pueblo Paraguayo” EPP. Bajo el liderazgo del “Patrón” cometerían una invasión.
Acapararon la propiedad de una empresa brasileña en Encarnación y luego se dedicaron a perpetrar varios hechos delictivos más, hasta que en diciembre del 2015 un hombre se atrevió a denunciar el robo de una motosierra y quizás este fue el primer hecho histórico de esta banda.
El denunciante que decidió acudir a la policía, días después de inculpar a Dionisio y sus secuaces, fue acribillado y su vivienda prendida fuego en su totalidad. Tras este asesinato también asaltaron una finca Cazaapá y abusaron sexualmente de la esposa de un militar.